Crítica de Pablo Ben.
Chongos: Gratis
Las “Chongos: Gratis” no son un entretenimiento, no son para pasar el rato, y eso aún cuando realmente provoquen mucha risa. Es que esa risa sólo será posible para quienes tengan muchas dudas de todo. Las “Chongos” son militantes de la incertidumbre y si algo les falta son respuestas. Quizás las únicas certezas sean negativas, producto de la desilusión de quienes desearíamos vivir en un contexto menos opresivo, pero vemos crecer el sexismo, la pobreza y el racismo. Frente a esto, “Chongos” postula ficciones que cuestionan, que se proponen modular nuevos vínculos. La parodia se transforma en el lugar para abrir preguntas que no se responden desde el teatro.
“Chongos…” le pregunta al público que pasa cuando dos mujeres beatas que han vivido toda su vida juntas rezándole a Dios, están unidas por el mutuo deseo lésbico en el que recurren a una cruz como doble dildo. “Chongos…” utiliza las típicas imágenes de las mujeres al borde de un ataque de nervios, mezcladas con el histrionismo y la histeria que Urdapilleta y Tortonese heredaron del legendario Parakultural. “Chongos” se presenta desde un transformismo trash para actuar las identidades de género y desnudarlas en tanto simples parodias sin esencias por detrás. Y así la feminidad se transforma en vestidos, que ni siquiera necesitan ser la última moda, y que se combinan con una gestualidad que puede feminizar, masculinizar, o una mezcla de ambas en aras de explotar lo posible, tanto en el dúo como en el público, al que se señala como “mariquita”.
Las “Chongos” funcionan como un palimpsesto de elementos que solo cobran sentido a partir del cuerpo del dúo, que se expone a experimentar los sentidos cruzados con los que juegan. Encarnando las contradicciones, van desarrollando un símil de narrativa que adquiere tonos inesperados en un principio, pero que terminan anudando en la inestabilidad de lo subjetivo. Y si los sentidos anclan inseguramente, es porque la subjetividad se presenta como algo que no puede sostenerse.
Los personajes tienen origen en estereotipos, pero jamás se quedan en la imitación de esos estereotipos, sino que más bien utilizan a estos como puntos de fuga. Las líneas que se fugan de estos estereotipos, se reconectan luego de otros modos, cayendo en otros estereotipos que rotan y fugan nuevamente. Quizá este sea el momento de mayor influencia de Copi, por la velocidad con la que cambian los eventos y la ansiedad por la sucesión de sentidos que transportan de un mundo a otro en solo unos instantes, desgastando la realidad, haciéndola pedazos. Una joven rubia primorosa y superficial regida por el imperio de la moda tiene una identidad ajena a ella misma: porque es una provinciana supersticiosa con rasgos indígenas. Y la unidad… la unidad de lo diverso se alcanza con un porro.
“Chongos” realiza espectáculos en diferentes lugares. A veces son a la gorra, a veces se cobra entrada, nunca es un precio muy excesivo. Se cobra a las mujeres, a las travestis, a los niños, a los gays y las lesbianas, pero a los “chongos” se los deja entrar “gratis”. Eso sí, quien se declare “chongo” y no quiera pagar, deberá aceptar ser evaluado como tal por los miembros del dúo, quienes tienen sus propios métodos contra los posibles engaños…

Pablo Ben es Antropólogo, militante por los derechos sexuales y de género pero, sobre todas las cosas, es mi AMIGA. Sersh.

Chongos:gratis recomienda al grupo de músicos uruguayos "La Viaraza"
Este verano estuve de vacaciones con mi amigo Christian en una playa de Uruguay, cerca de Cabo Polonio que se llama Valizas. Imagínense dos maricas solas, que mueren por la onda "chonguito-hippon-rastero-fétido" que veían a diario un desfile interminable de muchachos de este tipo, dorados y en shorcitos de jean jugando en la arena, con los médanos de fondo...conclusión: no nos comió ni un mosquito; A christian, quien le comió el antebrazo fué una mosca que sin hacerse sentir, le depositó un huevo que luego se convirtió en un gusano regordete y blanco, que se sacó estirando la punta de a poco, en Buenos Aires, el dia que se dió cuenta que el granito blanco que le picaba era "eso".
Pero de chongos, nada y entonces nos consolábamos yendo de noche a la playa a "fumar" y flashear mirando las "noctilucas" que convertían a la espuma de las olas en luz fluorescente. Una de esas noches volviamos para casa y nos encontramos con la sorpresa de que se armaban guitarreadas en un lugar donde vendian choripanes. Ahí escuchamos a Martín Tejera cantando tangos con su guitarra. Después nos enteramos que es cantante de "la viaraza" y que canta junto a Camilo. Otro dia les compramos el cd y nos gustaron aún mas (si chicas, como cantantes aunque debo decirles que ambos son muy lindos). Vinimos todo el viaje de vuelta a Montevideo escuchando el cd en mi discman viejito, el dorado que me regaló la gorda Ben. Ellos hacen una música preciosa, fusión entre candombe, rock, tango, bossa. Tienen lindas voces, las canciones gustan ya desde la primera oida, hablan de montevideo, de personajes tipicos, de amores del momento. Hay dos tangos cerrando el disco cantados solo a guitarra.
Estuvieron el 24 de Marzo en Buenos Aires y cantaron en la nave. Martín me dedicó "ventarrón" y yo, bueno como decirlo, dejé un charquito en la silla de plástico.
Este Viernes 15 a las 22 horas, vuelven a cantar en "la nave kadmon", Ituzaingó 632, San Isidro, frente a la plaza y la catedral. 4743-5528 para reservas. Entrada solo $5.
Aclaro que hago esta recomendación porque me encanta lo que hacen los chicos, de hecho no tengo contacto con ellos. De todos modos, Martín, agradecería que me dediques "Viejo Rincón" este viernes si tenés ganas, prometo no ensuciar.
Avisen y vamos juntas.
Sergio García, Sersh.